El 21 de junio, el día más corto del año en el hemisferio sur, marca un punto de inflexión para las dotaciones antárticas, señalando la mitad de su estadía anual y reconociéndolos como invernantes.

Argentina posee la mayor cantidad de bases en la Antártida y mantiene una presencia ininterrumpida en el continente desde hace 120 años. Esta presencia comenzó en la base Orcadas en febrero de 1904, estableciendo una tradición de relevos cíclicos cada verano que ha dado origen a una «cultura» antártica, transmitida de generación en generación con cada relevo.

La confraternidad es uno de los valores fundamentales de esta tradición antártica, reflejando la cooperación internacional que es un pilar del Tratado Antártico. Los invernantes argentinos, que incluyen personal científico, técnico y logístico, así como familias y profesionales, aseguran la continuidad de la ciencia y la presencia nacional en la Antártida con su característico afecto y solidaridad.

Cada 21 de junio, se conmemora el compromiso y la dedicación de estos invernantes, quienes encarnan el espíritu de cooperación y hermandad en uno de los entornos más desafiantes del planeta.

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