La región sur de Argentina se consolida cada vez más como un destino destacado no solo por su belleza natural, sino también por su potencial como laboratorio vivo para la ciencia y la educación ambiental. El turismo científico, modalidad que combina la experiencia turística con la participación en actividades de investigación y aprendizaje, crece fuertemente en parques nacionales y reservas naturales como Los Glaciares, Península Valdés y el recientemente creado Parque Provincial Patagonia Azul en Chubut.
Andrea Durán, especialista en gestión del capital natural, explica que “la Patagonia es un territorio privilegiado para el turismo científico porque ofrece una convergencia única entre biodiversidad, riqueza cultural y redes científicas activas que fomentan el desarrollo sostenible de la región”. Este enfoque permite que visitantes, desde estudiantes hasta científicos, participen en actividades como censos de fauna, observación de aves y estudios marinos que aportan datos esenciales para la conservación a largo plazo.
El Parque Patagonia Azul es un ejemplo emblemático de esta apuesta. Según representantes de la Fundación Rewilding Argentina, “la iniciativa se basa en un modelo de turismo regenerativo, donde cada visita ayuda a restaurar ecosistemas y fortalece la economía local a través de la conservación participativa”. A su vez, investigadores del CONICET señalan que este espacio natural permite desarrollar investigaciones en ecología marina y protección de aves costeras, integrando a las comunidades locales en proyectos de ciencia ciudadana que enriquecen la experiencia educativa.
El presidente de la Red de Turismo Científico Argentina resalta que “actividades como talleres, seminarios y recorridos orientados a la educación ambiental contribuyen a crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de cuidar estos espacios”. En eventos recientes, la colaboración entre universidades, gobiernos locales y organizaciones civiles ha fortalecido las políticas que posicionan a la región patagónica como un referente de turismo sustentable y científico en América Latina.
Esta sinergia entre investigación científica, turismo y comunidad local convierte a la Patagonia Austral en un destino único donde el aprendizaje y la conservación van de la mano, ofreciendo experiencias auténticas y enriquecedoras para todos los visitantes.