• Por Archivald Elwalsh

El gobernador Ignacio Torres está llegando a los seis meses de gestión donde ha intentado diferenciarse de otros ex primeros mandatarios provinciales pero lamentablemente es imposible en el tipo de relaciones que tiene que llevar indefectiblemente para no tropezarse y no poder contar con la tan anhelada “paz social” que siempre se menciona.

Una de esas patas para preservar el “momento acorde” de gobernar es con los diversos sectores que congrega la fauna sindical y para eso durante los primeros meses de inicio decidió pegarse a los principales referentes que manejan la masa trabajadora.

Desde el minuto uno lo hizo con el secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado Chubut (ATE), Guillermo Quiroga con quien tanto a mediados del mes de diciembre del 2023 y en enero de este 2024 sembró unidad haciéndolo protagonista de conferencias de prensa donde hubo anuncios paritarios.

Muchos coinciden que la relación de confianza la creó el ministro de Gobierno, Andrés Matías Meiszner con quien Quiroga viene teniendo acercamiento desde hace más de cuatro años cuando el funcionario actual formó parte de la Secretaría de Trabajo y había dejado las huestes kirchneristas donde le reportaba a Aníbal Fernández. 

En una de las oportunidades, el mismo ministro de Gobierno aseguró que “la instrucción del gobernador desde el 9 de diciembre, fue la de mantener un diálogo fluido con los sectores gremiales que representan a los trabajadores de la administración pública del Chubut, y es por esto que nada más asumir comenzamos a dialogar” apuntando además que “en ese entendimiento, los representantes de los trabajadores mostraron buena predisposición para comprender cuál era el esquema del gobernador de ir fijando pautas salariales en bloque”, aseveró el funcionario provincial.

Un problemita

Pese al esfuerzo por “construir” aliados sindicales nadie se percató en el Gobierno que todo puede pasar en el instante menos pensado y el hombre en cuestión que se pensaba manejaba los hilos de ATE Chubut cayó en el medio de un escándalo por corrupción dejando “congelados” tanto al ministro de Gobierno como a todo el gabinete gubernamental.

Hace meses, la ex dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado, Claudia Barrionuevo, presentó una seria denuncia contra el secretario general del sindicato,  Quiroga, acusándolo de un “manejo indebido de los fondos sindicales”. 

A raíz de esto, el fiscal Omar Rodríguez, de la Unidad Especializada en Delitos contra la Administración Pública, comenzó con los primeros pasos de apertura de investigación que se llevará cabo por una denuncia contra Guillermo Quiroga, secretario general de ATE, por presunta “malversación de fondos” y tendrá 6 meses de duración.

El caso trata de encontrarle explicación al desvío de unos 29 millones de pesos del gremio a cuentas personales de él y 22 millones a cuentas de su ex esposa, Mirta Simone.

En caso que se compruebe el delito, se elevará el caso a juicio, y con un pedido de pena de seis años de prisión para Quiroga.

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