En el contexto del paro general convocado por la CGT a nivel nacional, la Plaza Independencia fue testigo de una concentración nutrida de manifestantes. Entre ellos, una voz se alzó con urgencia y dolor. Olga, empleada del Correo Argentino, recientemente despedida sin causa, se convirtió en el rostro de la lucha por la justicia laboral.

Olga, también madre de una niña con discapacidad, elevó su clamor. Más que su propio trabajo, imploraba por el futuro de su hija. «Quiero mi trabajo de vuelta para garantizarle a mi hija el nivel de vida que se merece», expresó conmovida.

Su historia resonó entre los presentes, quienes se solidarizaron con su causa. Los despidos sin justa causa y la falta de protección laboral se convierten, una vez más, en el centro del debate en este día de protesta nacional.

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