• Por Archivald Elwalsh

El gobernador Ignacio Torres decidió avanzar en la semana que pasó en el complicado juego de “estar bien con todos” buscando a futuro respuestas positivas de otros lares donde siempre se definen los pasos del país pese a que les moleste a algunos que se olvidan que Chubut es ínfimo y también puede ser efímero en el duro entretejido de la política.

Primero, el miércoles 15 de mayo recibió en Rawson al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof y posteriormente el jueves 16 de mayo se reunió en Buenos Aires con la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel junto al vicegobernador, Gustavo Menna.

Para muchos fue imposible evitar la retrospectiva de la década de los noventa cuando era asiduo el “franeleo” entre el entonces gobernador radical del Chubut, Carlos Maestro y el entonces presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem que por cierto le costo derrotas terribles al justicialismo chubutense producto de los “acuerdos en silencio” entre ambos mandatarios.

En uno de los tantos encuentros en la Quinta de Olivos, Maestro declaró a los medios que “le pedí una colaboración al presidente Menem y aceptó. Dio instrucciones para que se transfieran fondos del Tesoro Nacional para costear los gastos del plebiscito». 

Además, el entonces gobernador de Chubut, aseguró también la oficialización de la futura “construcción del ferrocarril transpatagónico”.

En cuanto a la discusión del plebiscito para permitir la reelección de Maestro en 1999, el primer mandatario chubutense le pidió a “la gente de Chubut que se quede tranquila con este tema y también los justicialistas. El dinero para la consulta no saldrá de la arcas provinciales, lo enviará el gobierno nacional», agregó el gobernador radical.

Debido a esa decisión, el  PJ de Chubut anunció ante la prensa que se oponía a las reelecciones de Maestro en el orden provincial y de Menem en el orden nacional.

Idéntico

Al parecer al propio gobernador Torres el paso retrovisor le ha dado la habilidad de moverse más allá del PRO  sin pedirle permiso a su padrino, Mauricio Macri y queriendo fundamentar cuestión protocolar.

 Y en la mayoría queda latente aquel accionar noventoso que se puede llegar a repetir y que ocasionaría graves inconvenientes con el radicalismo ya que aún sigue siendo socio de los “amarillos” y están cada vez más lejanos a La Libertad Avanza  donde parece ser que Torres también quiere navegar para obtener ventajas. 

La prueba concreta fue la invitación que le realizó a la segunda mandataria nacional y quien se comprometió que por el mes de junio vendrá a la provincia.

Además, el gobernador aseguró oficialmente  que en el encuentro la vicepresidente se comprometió “a trabajar en conjunto en una agenda federal para posicionar a la provincia en el lugar que tiene que estar”. Palabras más, palabras menos; es decir que podemos “ir juntos a la par” descartando todo lo malo que se dijeron en el verano que pasó entre el gobernador y el Gobierno nacional.

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